Hace 10 años, escribía esta crítica hacia el proceso Venezolano y la Política de Chávez. Lo pongo en la web, porque pareciera que yo no analizo bien las cosas. Para esas personas que creen que yo defiendo el proceso Venezolano sea como fuera, bueno, se equivocan. Tengo mis críticas, solo que como pensar y estudiar (no es un proceso común) no se ve el trasfondo de la cuestión.
Venezuela, partidos marxistas y experiencias
latinoamericanas. (Por Fabián Franco)
Crítica
a postulaciones de Alan Woods en su artículo:
“Los marxistas y la revolución venezolana”
9 de Agosto de 2007
En
primer lugar, es importante destacar las precisiones que hace Alan Woods acerca
de las “sectas” y los pseudomarxistas, que solo ven lo malo o lo contradictorio
de la revolución Bolivariana en Venezuela, sin advertir que es el proceso más
avanzado y de contrapeso hacia las políticas de la derecha en Venezuela y en
toda América del Sur. En cuanto a esto, no podemos estar en desacuerdo, pues
las revoluciones no se exportan, ni tampoco podemos hablar de los pasos para la
revolución, sin tener en cuenta toda la intrincada red compleja que representa
la realidad venezolana junto al proceso político de América Latina y el mundo.
Si,
cabría ver como están las fuerzas progresistas en Venezuela y hacer algunas
analogías con procesos latinoamericanos como el Cubano, el del FMLN, el FSLN, las
FARC-EP en Colombia y lo ocurrido en Chile con Allende; pues hacer una
comparación puntal con un hecho en Portugal, fuera del contexto, no aporta lo
suficiente para el esclarecimiento de “inconsciente colectivo” Latinoamericano.
También
es interesante ver, que si bien en la parte introductoria habla de los
diferentes tipos de marxistas, como de los marxistas de pantuflas, más adelante
dice: “¡Con qué claridad se expresaba
Marx! Para alguien que realmente ha absorbido el método de Marx” Y yo
pregunto, ¿quién es juez para dictaminar esto? ¿Acaso él? ¿No sería otra vez
juzgar algo que se practica o practicar algo que se juzga? Es bueno decir que
las interpretaciones prima facie o apresuradas no sirven, en honor a lo que
comparto con Alan Woods, aunque decir que su apreciación es solo para quién
asimila bien a Marx, excluye subjetivamente a quién no comparta su punto de
vista, que yo comparto. Atendiendo la cuestión acerca de la parte de la
burguesía que pasa a las filas del proletariado, sé que también existe una importante
parte del proletariado, que no ha encontrando respuestas a las exigencias del
momento, está pasando a la socialdemocracia y sustentando su actuar en las
prebendas que consigue con el nuevo gobierno popular que se está creando. A
medida que las fuerza populares avanzan hacia el desplazamiento de la oligarquía
y la derecha, algunos se convierten en agentes contrarrevolucionarios, frenando
el avance de la conciencia social. Esto se ve en las organizaciones, que son
chavistas sin conciencia (como decía Alan Woods) y que actúan hacia los
intereses de la derecha, en ocasiones.
No
es criticar por criticar a Chávez, o al proceso, sino hacer la crítica hacia la
construcción. Es cierto que las fórmulas de los tecnólogos de la revolución,
sin compenetración de la situación y mirando desde afuera no son válidas, como
tampoco son válidas las 5 premisas que plantea en el escrito, haciéndolas
absolutas, que desde un punto de vista analítico y aparente pueden ser, pero no
decir que es la única posición como un dictamen iluminista. Estas premisas,
tienen algo que ver con “Dos tácticas de la Socialdemocracia en la Revolución
Democrática”, que es la línea planteada por Woods. Habría que ver que otros
hechos en nuestra América pueden aportar al esclarecimiento de la situación,
sin hacer analogías con Europa aisladamente, o enfocar un solo punto de vista,
dejando afuera una compleja red entramada de situaciones por ver. Mi aporte, es
desde una organización, desde el intento de organización del partido Marxista
tan necesario, atendiendo las fallas que cometieron gobiernos como el de la
URSS. En esta reconstrucción, también está presenta el exterminio que sufrimos,
por parte del imperio.
Hechos revolucionarios o
revoluciones
Volviendo
al tema de las analogías y las comparaciones con movimientos progresistas y de
izquierda en América Latina, quiero resaltar el proceso o movimiento armado y
la coyuntura internacional. Quiero empezar con Cuba, algo escueto, tirando
algunos puntos, sin hacer el análisis complejo, pues este lo dejo para los
lectores, en respeto a la capacidad de asimilación e investigación de lo mismos.
Cuba,
al lado de los EE.UU., traza una línea de cambio a través de la lucha armada,
sin desconocer al movimiento de masas y las aspiraciones de la gente. También
en ese entonces, la correlación de fuerzas a nivel mundial con los movimientos
socialistas y principalmente con la URSS posibilitó una garantía de
sostenibilidad, junto a la acertada política nacional e internacional que llevó
a cabo la Isla. Esta es una revolución, más allá de las críticas que le podamos
hacer al proceso cubano, desde afuera. Aún caída la URSS, Cuba puede sostenerse
y continuar en busca de la eliminación del bloqueo, principal culpable del
estancamiento.
No
muy lejos de Cuba, también el FMLN, cautivó el deseo de las masas y buscó por
los medios que la coyuntura posibilitó alcanzar el poder. No es mérito o
desmérito solo del FMLN no haber alcanzado la presidencia o la dirección del
estado, pues el apoyo logístico, económico, político y moral que dió los EE.UU.
para impedir que el FMLN logré su objetivo, tiene mucho peso. Ahora, luego de
varias victorias electorales, quizás más temprano que tarde, logré situarse en
la más alta esfera del poder político, cosa que creará otra vez una reacción de
la derecha. La correlación de fuerzas populares dará el sustento necesario para
que se conviertan estos hechos revolucionarios en una revolución constante o
permanente si es más oportuno.
El
Frente Sandinista (FSLN), también tuvo una historia de largas luchas en el
campo armado y electoral. La experiencia de las múltiples luchas, hizo que se
obtuvieran varias victorias electorales, aunque el poder, el cambio
revolucionario que necesita el pueblo y que siempre esperó, no se hizo del
todo, no tuvo la suficiente fuerza. No podemos atribuir, otra vez, esto solo al
FSLN, porque el Tio Sam, gran valuarte de las intervenciones y jugadas
maquiavélicas, también estuvo presente para dirigir la contra, como se llamara
al grupo opositor. También aquí podemos ver un hecho revolucionario y una
revolución en espera.
Allende,
en Chile, no corrió mayor suerte, pues la coyuntura y la flaqueza de su
gobierno, hicieron que las fuerzas reaccionarias no dejarán espacios para la
construcción del poder popular. Aquí sí se vio la necesidad de tener una fuerza
militar que apoye este proceso de revolución. Este hecho revolucionario, quedó
trunco, quizás por no haber tomado las medidas necesarias a tiempo, a pesar de
las múltiples llamadas de atención de muchos gobiernos y movimientos, para que tomara
con más fuerza las medidas que se debían tomar para frenar la estructuración y
organización de la derecha.
Las
FARC-EP si han hecho una verdadera revolución en su país, pues a partir de la
conformación del movimiento ya no podemos más hablar de una solo Colombia, sino
dos Colombias, dos estados en uno que luchan por su espacio. El presidente Betancourt,
intentó hacer un acercamiento con las FARC-EP y proponer algún tipo de tregua.
Cuando se formó la Unión Patriótica y muchos de los guerrilleros acuden para
competir en la arena electoral, encontraron un pantano, arenas movedizas que se
llevaron las vidas de muchos militantes genuinos y obsecuentes por medio de
atentados orquestados por la CIA. Allí fue donde muchas personas, profesores,
alumnos, gente común, pensó que no hay vuelta atrás y se unieron a las FARC-EP
En vez de atenuar la actividad guerrillera, hicieron que la rabia de la
población aumentara el conflicto. Aún quedan muchas dudas, quedan muchas cosas
que decir a las FARC-EP, aunque una cosas quedó clara, como decía el che luego
del ataque Belga al Congo: “que no se
puede confiar en el imperialismo, ni tantito así, nada”.
Los Estados Unidos
En
medio de estos procesos vemos que el factor común más destacado, es la
ingerencia yanqui y las fuerzas militares o paramilitares encauzadas por ellos.
La capacidad económica y política de los EE.UU., junto a su descarada doble
moral, hace difícil, a todos los movimientos progresistas o partidos marxistas
del mundo, poder poner el acento revolucionario en donde tiene que ir. No es
culpa solo de la errada línea que llevaron muchos PCs o grupos guerrilleros, un
factor importante es el apoyo norteamericano a cuanto movimiento reaccionario
haya, sea de la calaña que sea, pues ellos mismo tienen sus propios terroristas
esperando actuar para su beneficio.
Hoy
vemos que esta modalidad, se puede aplicar en algunos países africanos o
asiáticos, pero no en América Latina con tanta facilidad como lo hacían antes.
Ahora existen nuevos métodos de ingerencia y recetas para el retroceso de los
procesos revolucionarios con la llamada “sociedad civil” y sus ONGs, dispuestas
a marchar, todo sea por los dólares que vienen de allá para esto.
Entonces,
¿que alternativa plantear ante un historia tan repetida?
Hoy,
la coyuntura mundial, hizo que no sólo América Latina se despierte, sino todo
el mundo, y los aliados del Tio Sam no están invirtiendo toda la fuerza que
necesita para hacerse cargo de todo el mundo al mismo tiempo, situación que
crean un resquebrajamiento de los EE.UU. como fuerza de defensa del
Imperialismo, aunque no debemos dejar de ver que el capitalismo, puede mutar
rápidamente, mientras que nosotros aún estamos viendo quién va a repartir la
torta.
Venezuela,
tiene por el momento, algo a favor, el caos mundial.
Los medios de Comunicación
Cuando
todo parece que está en orden, luego de tener en cuenta la correlación de
fuerzas en el ejército, en los movimientos de masas y en el gobierno, nos queda
aún ver los medios de comunicación.
Como
lo decía Eva Golinger en su libro “El Código Chávez”, luego de utilizar a la
sociedad civil, por medio de la NED, los medios de comunicación jugaron y
siguen jugando un papel decisivo ante los cambios profundos que se quieren
realizar. La misma sociedad, la que aún está con los vicios de la otra
Venezuela, es la que trabaja y toma parte de los cambios que se realizan, por
lo tanto, muchas de los viejos problemas siguen siendo de preocupación para el
estado. Las estadísticas, no son siempre reales y los programas no se ejecutan
como se plantean, ahí es donde la prensa, pone el acento, haciendo ver cosas
que antes ocurrían, culpando absolutamente de todo al gobierno a nivel nacional
e internacional. Después del golpe, siguieron disparando.
Contrariamente
a que fue acto de desgracia el reagrupamiento postgolpista, como lo plantea
Woods, fue producto de la articulación y coordinación del imperio, producto
también de medidas débiles del gobierno de Chávez. No queremos en Venezuela
otro Allende, que no aplicó los cambios necesarios en su momento.
Y
esa red, esa gigantesca empresa que busca oscurecer las luces del futuro, al no
poder con el contraataque de Chávez, busca sus aliados en otros países.
Así
es que en el Mercosur, busca confundir a la gente, así cuando los políticos
lacayos de los EE.UU. impidan el correcto funcionamiento del bloque del Sur o
impidan la entrada de Venezuela, los pueblos de los países crean que es lo
mejor para América, deponiendo líderes en los países vecinos y buscando aislar
a Venezuela para luego dar el golpe final.
Por
fortuna, este libreto ya lo conocemos bien, y si bien ahora en Paraguay,
también está en marcha este plan, creemos y sabemos que América no permitirá
más la ingerencia, que se liberará de sus cadenas para emprender el ascenso
popular hacia la conquista del poder.
Algunas otras fuerzas a tener
en cuenta
En
ocasiones desprestigiamos o no tenemos muy en cuenta, como está compuesta la
derecha y a que tipo de relación económica responde. Por ello debemos analizar
el tipo de relación económico-política de las fuerzas reaccionarias de
Venezuela, como también de los demás países de la región, dentro de los cambios
mundiales en cuanto a la economía. Un aspecto importante a considerar, es el
cambio climática y las energías alternativas al petróleo para el desarrollo de
las fuerzas productivas del futuro, si es que nos queda algo para el futuro.
Allí
es donde el giro que den estas luchas por los recursos energéticos e hídricos,
también se encuadran las garantías del éxito de los procesos progresistas en
América Latina. Pareciera ser que al hablar de recursos energéticos e hídricos,
nos convirtiéramos en “ecomarxistas”, como una especie aparte, de aquellos
marxistas que no pierden el tiempo en estas nimiedades y se avocan a construir
el poder popular y las condiciones objetivas para la revolución. Allí es donde
cometen el error, pues el mundo es el escenario para la construcción de este
nuevo poder y si no tenemos mundo ¿que podremos esperar del futuro?. Por lo
tanto, tanto la composición de la derecha en Venezuela como en América Latina,
es tan importante como el curso de las luchas hacia el resguardo del los
recursos naturales, para asegurar una desarrollo sustentable del proceso de
transformación y de cambio.
Coincidencias y desencuentros
El
partido de la clase obrera, el partido marxista-leninista que sea el dirigente
de los procesos en América, no está a la altura de las circunstancia, no por
error de la línea, solamente, también por el casi exterminio que sufrimos
durante décadas de dictaduras, pseudo democracias y golpes de estado. El
partido que guíe estos procesos, la coalición de fuerzas que reúna a los más
consecuentes valores para la revolución está en formación y se puede ver en
todos los países de América, coincido con Alan Woods en que está ausente,
aunque no por sus “discursos izquierdistas” solamente, sino por varios factores
que lograron destruir las estructuras partidarias en todo el mundo.
También,
están en auge las fuerzas de centroizquierda, que más tarde van para la derecha
con la tercera vía, las fuerzas financiadas indirectamente por los EE.UU. y las
fuerzas anarquistas que poco aportan a un proceso de construcción y
estructuración. También el postmodernismo, la infiltración cultural que no cree
más en estructuras y llama dogmáticos a las organizaciones más centralizadas,
jugó y juega un papel importante que impide que nos podamos reunir a luchar por
el partido tan necesario.
Hace
años que están las condiciones dadas para que los desencuentros ideológicos se
atenúen y las coincidencias pasen a formar parte de la construcción de la
revolución latinoamericana, con Bolivar, con Chico Mendez, con Belzú, con Tupac
Amaru; como también con Mariátegui o Arekaya y con tantos otros precursores de
los cambios, impulsores de la identidad Latinoamericana.
Mi
respeto y reconocimiento a Alan Woods, a la crítica, no la rehuyo y en espera
de sus apreciaciones.
Fabián Franco
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